Querido amigo,
Si, tú. Aquella voz de la verdad, y a la vez, aquel silencioso trabajador de información.
Tú, que en estos tiempos de crisis decides narrar y contar aquello que tanto impacto está generando.
Tú, que sales a la calle a cubrir la noticia, que te armas de protección y de valor para dar voz a aquellos que trabajan por proteger a esta sociedad confinada. Tú, que sientes miedo, miedo al contagio, miedo a poner en riesgo a tu familia, la cual respira aliviada cada vez que vuelves a casa.
Tú, que en tu confinamiento, concilias tu vida familiar mientras reciclas la información constantemente, para poder regalarnos la mayor fiabilidad de ésta.
Tú, que cuidas la información que tienes, y redactas con respeto y cuidado los titulares y noticias para protegernos del impacto psicológico, porque conoces el poder de tus palabras.
Tú, que pones tus asombrosas capacidades comunicativas, sintetizadoras y narrativas al servicio de una sociedad que está en casa, que desconoce, que siente miedo e incertidumbre.
Tú, que en estos momentos de crisis grave, abogas por dar una información veraz, rápida y objetiva. Tú, que aun sintiendo miedo, das a conocer con envidiable respeto y serenidad.
Tú, que en tu responsabilidad informática eres un servidor de la difusión de la verdad.
Y por todo esto, tú país te necesita y queremos que estés bien. Así que hoy, te pido que te cuides.
Y, “¿cómo lo hago?”, me dirás. Quizá, yo pueda ayudarte en eso.
¡Cuídate a todos los niveles! Cuida tu sueño, tu alimentación y tu higiene. Pero también cuida tu mente, lee, dibuja, reza, toca un instrumento… ¡Haz ejercicio! ¿Sabías que reduce los síntomas de ansiedad y depresión, mejora el funcionamiento del cerebro y la sensación de bienestar?
Sé que estás conectado a tiempo real, trabajando para filtrar y contrastar la información con el fin de protegernos del posible impacto de una sobreinformación, a la que irremediablemente estas expuesto. Esta sobreinformación puede generar un gran impacto psicológico, provocando sensación de desasosiego, desesperanza y miedo. Ahora, más que nunca, cuida los espacios para ti, evita las redes sociales fuera del trabajo, habla de otros temas con tus familiares y amigos. Que el COVID-19 no inunde toda tu vida.
Tú, que eres un gran comunicador. Al igual que te tomas tu tiempo para pensar en la información que tienes y ordenarla para comunicarla, haz lo mismo con tu mundo emocional: tómate tu tiempo, identifica lo que sientes y comunícalo. Manifiesta a tus seres queridos cómo te has sentido, cómo vives ese nudo en la garganta cuando redactas el titular desgarrador y demoledor del día. Cuéntales que tienes miedo, que tú también sientes preocupación e incertidumbre y que haces lo posible por gestionar todas estas emociones para evitar alarmar al receptor. ¡Cuidar el estado emocional tiene beneficios como la disminución de los conflictos familiares!
De la misma manera, no olvides comunicar que también sonríes y te emocionas cuando descubres la grandeza del ser humano, porque también tienes la maravillosa tarea de trasladar aquellos solidarios gestos de una sociedad que sufre, pero que se entrega y se da dónde puede.
Es posible que estés trabajando en casa, confinado con tu familia y que esté resultando difícil conciliar tu vida laboral y familiar. Seguro que te resulta útil tener un orden, una rutina, una planificación. Esto es esencial para el bienestar psicológico, permite ordenar internamente también lo que estamos viviendo. ¡Haz algo diferente el fin de semana! Descansarán y saldrás de la monotonía.
La comunicación… ¡tu punto fuerte! Mantén contacto con tus familiares y amigos, haz videollamadas, escríbeles. Sois mutuamente los principales apoyos para mantener la tranquilidad y la calma. Evita hablar de trabajo, para no alimentar las inquietudes y los miedos, propios de esta situación.
Juega en casa, diviértete, sé creativo, disfruta con tu familia. Se que ahora sientes que has de cuidar a la sociedad, y lo haces… pero no olvides empezar por el corazón de ésta: tu familia.
Y algo muy importante, no olvides que esta crisis es temporal, que todo saldrá bien, y que tienes una misión esencial: contar lo que tus curiosos ojos ven y tus atentos oídos escuchan, ser reflejo de lo que sucede en el mundo, proveer de información en estos tiempos duros y dolorosos.
Gracias por llevar a cabo este servicio y amar cada día la grandeza de tu trabajo.
Gracias, PHÉROEDISTA
Mónica González Soriano
M-30328
Psicóloga sanitaria. Psicoterapeuta CAIF.
Experta en Matrimonio y Familia
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