Aproximadamente un 85% de los estudiantes universitarios van a presentar dificultades para hacer frente a los aspectos sociales o académicos de la vida universitaria. A pesar de ello, sólo un grupo muy pequeño terminará dando el paso de pedir ayuda.
¿Por qué?
El estigma asociado a los trastornos mentales no ayuda. Muchas personas verbalizan el miedo a que se les etiquete socialmente, también expresan su miedo al tratamiento farmacológico y sus posibles efectos secundarios.
Una consulta psiquiátrica no es más que una conversación entre dos personas, en la que se busca dar una explicación a una serie de síntomas que generan sufrimiento y malestar en el paciente, afectando diversas áreas de su vida.
¿Cuál es la diferencia entre un psicólogo clínico y un psiquiatra?
Un psicólogo es un licenciado en psicología que busca ayudar al paciente a conocer su problema y dotarle de estrategias y técnicas para resolverlo.
Por otro lado, el psiquiatra es un médico que ha hecho la especialidad en psiquiatría y puede prescribir un tratamiento farmacológico. Ambos especialistas trabajan en equipo y abordan diferentes aspectos del problema.
¿Qué es y para qué sirve el tratamiento farmacológico?
Es habitual escuchar comentarios de amigos o familiares del tipo “tu lo que tienes que hacer es poner de tu parte”, “piensa en otra cosa”, “no te pongas nervioso”. Este tipo comentarios lo que hacen es aumentar la frustración y los sentimientos de culpa de la persona que los sufre, ya que muchas veces, no sólo hace falta tener la voluntad y el deseo de mejorar, sino que es necesario un tratamiento farmacológico.
Si ya estoy acudiendo a un psicólogo, ¿en qué puede beneficiarme? La finalidad del tratamiento farmacológico no es otra que brindar al paciente la estabilidad necesaria para poder identificar y desarrollar, con ayuda del psicólogo, aquellas estrategias de afrontamiento necesarias para solucionar sus problemas.
Temores habituales.
Es frecuente escuchar “no quiero depender de una pastilla para estar bien”, “no quiero quedar atontado”, “voy a dejar de ser yo”, “tomar una fármaco significa tomar el camino fácil”… Todas estas creencias, a pesar de estar muy extendidas, son incorrectas. El objetivo del tratamiento es que el paciente vuelva a su estado natural sin la carga de la enfermedad.
Dra. Castrillo Pantin, Mariana
(Psiquiatra del CAIF)
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